PASTORAL JUVENIL VOCACIONAL

NUESTRA IDENTIDAD
La Pastoral Juvenil Vocacional Trinitaria (PJV) es una parte muy importante de la misión liberadora de la Orden de la Santísima Trinidad, que en su historia y en la actualidad, mantiene un compromiso por la persona y por su crecimiento personal y social, de forma especial por los jóvenes.

Este compromiso se fundamenta en los principios del Evangelio y en el respeto de la dignidad y derechos fundamentales de toda persona, proponiendo los valores enraizados en el estilo de vida de Jesús y en los santos y santas trinitarias.

Nuestros grupos de PJV se consideran herederos de esta tradición y de sus valores de sencillez y libertad, apuestan por el futuro con ilusión y se sienten parte de esta familia y de su historia; están comprometidos en la transformación social, poniendo en valor un carisma siempre actual, siempre joven.

Los jóvenes de la PJV trinitaria comparten su identidad con todos los que desde la misión trinitaria colaboran para que el espíritu y el estilo de vida iniciado por Juan de Mata mantenga su frescura y novedad.

VISIÓN
La PJV trinitaria ve el futuro como oportunidad permanente de cambio y de actualización. Desde la experiencia de Dios como Trinidad, quiere formar comunidades de jóvenes que se sientan parte de esta Familia, que encuentren oportunidades para su crecimiento personal, se comprometan en la construcción de un mundo mejor y hagan vida el Evangelio.

Para lograrlo soñamos con grupos y comunidades que sean o tengan:

Identidad trinitaria
Soñamos con una pastoral juvenil vocacional donde los valores de libertad, entrega y autenticidad, propios de San Juan de Mata, sean el signo de nuestro vivir y actuar en el mundo, donde el joven es el protagonista de su propia historia a la luz de un Dios Trinidad que nos ama, siendo este amor liberador en el mundo. Todo ello desde unos elementos de identidad que son herederos de la tradición de la Familia Trinitaria, que promueven los valores que nos identifican con protagonismo de la persona y en particular del joven.

Pastoral experiencial y de servicio
Apostamos por una pastoral juvenil vocacional de procesos grupales y personales que fomenten el compromiso social desde la misión que nos caracteriza en la Iglesia y en la sociedad como parte del carisma trinitario, una pastoral experiencial y de servicio, integrada en el proceso de maduración personal y de la fe, en la que el joven es parte del cambio social, una pastoral que acepta nuevos retos y nuevos compromisos liberadores, en la que los jóvenes son conscientes de que pueden obrar según su propia voluntad y por ello son responsables de su manera de actuar.

Animadores con liderazgo espiritual
Nuestro reto es formar animadores y coordinadores con capacidad de liderazgo espiritual, que acompañen y tomen decisiones de forma corresponsable y comprometida, que sean testigos de los valores institucionales y carismáticos que nos definen, con una formación sólida y una vivencia profunda de la identidad trinitaria.

Metodología innovadora
Optamos por procesos formativos con metodologías que sean reflejo del cambio de paradigma en que nos encontramos, que se actualicen desde los nuevos lenguajes, espacios, tiempos y formas en que los jóvenes se relacionan, sabiendo fusionar tradición e innovación, usando las TIC como medio de encuentro y de evangelización.

Comunidad de comunidades
Concebimos una pastoral juvenil vocacional orgánica y estructurada horizontalmente, que se dinamiza desde un proyecto común y compartido, comunidad de comunidades en la que todos participan en la toma de decisiones y en la evaluación permanente, laicos y religiosos, con una comunicación fluida y orientados al cambio.

Con inteligencia emocional y espiritual
Vislumbramos una pastoral juvenil vocacional que apuesta por experiencias dirigidas a la conexión con nuestro yo interior, que incluya el desarrollo activo de la inteligencia emocional y se encamine a la vivencia de la inteligencia espiritual, que permita a los jóvenes realizarse como personas y como parte de la sociedad en la que viven, que facilite la relación con los otros y con Dios, cultivando y mimando el ser que nos habita y los seres que nos rodean.

MISIÓN – NUESTRO CREDO

Es una identidad que hunde sus raíces en el Evangelio de la misericordia, tal y como lo han interpretado y asumido Juan de Mata y todos los trinitarios y trinitarias que han vivido la circularidad de Dios Trinidad en cada gesto y opción liberadora.

Este es nuestro credo:
CREEMOS EN DIOS Trinidad, cercano a cada persona, presente, vivo y amigo que nos acompaña, encarnado en la realidad diaria de nuestro mundo, sobre todo entre los más débiles a los que escucha y libera, por los que nos hace a nosotros también liberadores, manifestándose mediante el amor que nos profesamos unos a otros. Desde la circularidad de Dios Trinidad compartimos un proyecto para la transformación de este mundo, al estilo de Juan de Mata, en el seguimiento de Cristo joven y en la apuesta por la liberación interior como germen de la necesaria libertad exterior.

CREEMOS EN LA PERSONA Y EN EL JOVEN que se acepta y se quiere como es, imagen de Dios, que se conoce a sí mismo, se considera válido e importante, se siente en igualdad de oportunidades y con una misma dignidad. Jóvenes con pensamiento crítico y capacidad de análisis, que se comprometen activamente en la obra de la redención, capaces de reflexionar y actuar, creciendo continuamente en valores humanos y cristianos.

CREEMOS EN UNA IGLESIA cercana, plural y familiar, dialogante y crítica, creativa y con capacidad para leer los signos de los tiempos, atenta a los interrogantes de este mundo, y especialmente de los jóvenes, que contagia el mensaje de Jesús, que integra a otros formando comunidad, que se hace signo para que otros encuentren en ella motivos para seguir confiando y esperando. Una Iglesia horizontal, que recibe su fortaleza de la oración y el encuentro con Cristo en los sacramentos, que acoge a todos, de manera especial a los más pequeños, y no pierde su dimensión de servicio.

CREEMOS EN UNA SOCIEDAD solidaria, igualitaria y de espacios comunes para crecer en la paz y la justicia, donde cada uno contribuye desde sus dones personales para el servicio de la dignidad, donde la medida de la persona consiste en no poner límites a las posibilidades de los otros y a sus valores. Una sociedad globalizada y cambiante donde se apuesta por la persona en todas sus dimensiones, que se nos presenta como reto de evangelización y como espacio para la vivencia auténtica del carisma y la misión de la Familia Trinitaria. Una sociedad que sólo puede ser liberada de todas sus esclavitudes actuando desde dentro, al estilo de Jesús de Nazareth, desde el amor, aceptando la defensa de sus miembros más débiles.

VALORES
Nuestra PJV se inspira en el estilo de vida trinitario, que propone valores propios de su tradición y también adaptados a la propuesta cristiana que hoy hacemos a los jóvenes.

Adelantada al futuro, dinámica y optimista
Ser prospectivos nos capacita para tener una visión de futuro orientada al cambio, desde la reflexión y el pensamiento crítico. A esto le unimos un especial dinamismo y un sentido optimista y positivo de la vida, que nos permite adaptarnos a la realidad social y de los jóvenes sin miedo al cambio.

Personal
Consideramos a la persona en todas sus dimensiones, como ser único e irrepetible, como imagen de Dios Trinidad, por eso la situamos en el centro de nuestra actividad y de nuestra reflexión, aprendemos a superar diferencias y desigualdades, y valoramos la diversidad como fuente de riqueza.

Familiar, cercana y acogedora
Nos caracteriza el ambiente de familiaridad y cercanía con el que empapamos nuestra acción pastoral. Sumamos esfuerzos, por eso aquí todos tienen cabida e importancia, encontrando acogida y siendo aceptados en su diversidad.

Libre y liberadora
Nuestra principal seña de identidad es la apuesta incondicional y amplia por la libertad, que entendemos como la capacidad de relacionarse, confiar, crecer, sentir y compartir de toda persona. La libertad abarca todas las dimensiones de nuestra propuesta evangelizadora, pero se centra, de manera especial, en la libertad interior como presupuesto de toda acción liberadora.

Sencilla
Uno de los elementos más significativos del estilo de vida trinitario es la sencillez, que vivida junto a los jóvenes despierta en nosotros la alegría de compartir, el carácter de humildad y la propuesta de compromiso en todos los espacios de nuestra vida.

Entregada
Mantenemos una permanente inquietud social que nos aporta un carácter entregado para la transformación de la realidad, sin detenernos ante las dificultades, con disponibilidad hacia los jóvenes, sabiendo acoger y educar para ser libres en un ambiente de libertad.